lunes, 23 de julio de 2007

8.

Cuandí vi Lost In Traslation quedé decepcionado. Un grupo de personas que quiere hacer algo con su vida, y eso era todo. A ratos me desconcentraba con cualquier cosa que estuviera fuera de la pantalla, y cuando veía que ya avanzada la película, no habiéndo grandes cambios, pensaba que las cosas quedarían igual; y en efecto así fué. Me latió un poco, y a pesar de que a ratos la banda sonora era de mi gusto (no me atrevo a decir "brillante", no soy quién para decir eso) y con buena fotografía, como en el ambiente japonés (¿o es que tengo predilección por esos parajes?) a ratos parecía que la película iba a despegar para volver a caer en el mismo ritmo que me lateaba hasta la médula.
Y eso había sido todo, en realidad no le dí muchas vueltas al asunto y pensaba que sería algo más que había visto y que había pasado sin pena ni gloria por mi pupilas; pero me equivoqué.
Hace unos días atrás, con el día nublado y amenzante de lluvia, caminaba en realidad sin un rumbo estable, con el pendrive de acompañante y con Sigur Ros de fondo (creo), pasaba por un parque abandonado y de pronto, súbitamente, llegó la imágen de la película y me dí cuenta de como uno a veces no ve las cosas porque está tan cerca de ellas que le es imposible alejarse para ver con más perspectiva. Y ahí me encontraba yo, caminando sin nadie al lado, con música de mi agrado, pero lacónico y solo por la calle, sin saber realmente que es lo que quiero hacer en mi vida, con esas preguntas que a veces se van para volver con más fuerza desde la última vez que te las preguntastes; y sí, la película y sus imágenes llegó con tanta fuerza que casi siento que me sacuden por dentro. Sí, sentía que en ese preciso instante mi vida -y quizá la de muchas otras personas- era exacta y desgraciadamente similar a la idea que se quería plasmar en el filme; a la postre tuve otra revelación más o menos obvia: Nuestras vidas en realidad siguen igual; lo que cambia es el sentimiento, la angustia, la paz, las ideas; al igual que en la película, pero seguimos caminando por las mismas calles y seguimos usando la misma ropa bajo el mismo cielo nublado que siempre nos amenaza con la lluvia.

2 comentarios:

Daniela dijo...

Tanto tieeeeeeeeeeeeeeeeempo.
Pensaba llamarte denante, pero ya era hora de tu entrenamiento, asi que mejor hablamos más tarde.
Ojalá te conectes en la noche, a eso de las 11, porque yo veo mi novela y subo, está más buena la novela loooocoooo.
Que estés bien siameso.
Que no comente el texto no quiere decir que no lo haya leído, vos sabés.
Un abrazo =)

Daniela dijo...

Revisa alguno de tus correos washito, yo apenas me despierte mañana te llamo.