jueves, 27 de septiembre de 2007

27.

"La timidez impide abrir las profundidades de la propia personalidad a los demás; por eso, la mayoría de las amistades que he entablado en los últimos ocho o nueve años años son más bien fortuitas. Esto aumenta mi sensación de soledad, y termino sintiéndome un poco idiotizada. Acabo de llamar, por ejemplo, a una amiga muy querida -y muy exigente- que vive en Virginia Occidental y que me pide explicaciones por no haberla visitado desde que tuvo su bebé. ¿Qué podía decirle? ¿Qué me habría encantado hacer el viaje pero estaba demasiado ocupada tratando de mantenerme lo más lejos posible del hospital? Es algo tan humillante, tan degradante... Si supiera que no podrían descubrirme me encantaría mentir, inventar algún cáncer de poca gravedad que pudiera remitir y desaparecer, es decir, algo que la gente pudiera entender y que no inspirara temor e incomodidad."

Laura Anderson.

domingo, 16 de septiembre de 2007

26.

Estoy comiendo mote con huesillo. Y debo comentar que está delicioso. Lo hizo mi progenitora en el día de hoy. No es que sea patriota y que sepa bailar cueca y que vaya a las fondas, todo lo contrario, no me considero patriota, no hice el servicio militar pues me lo saqué con mi maltrecha carrera de estudiante universitario y hay pocas cosas que me carguen tanto como ir a una "fonda", pues el máximo grado de socialización que alcanzaría se produciría cuando comprara alguna empanada. Me carga la idea de pensar en que el cocinero no se lava las manos para cocinar, o que se rasca ciertas partes de su cuerpo -como el pelo; ¿Qué pensaban?- mientras ensarta la carne de pollo en el anticucho. Ahora que menciono Anticucho, me acuerdo de una compañera que decía "antigato", y aunque las primeras veces que oyes eso puede ser casi gracioso. De los labios rechonchos de mi compañera hacía a los que la escuchaban que se preguntaran -o al menos yo me preguntaba- si su C.I. era lo suficientemente agresivo para estudiar una carrera universitaria. En la actualidad estudia, pero para el bien de mi autoestima intuitiva, le ha ido ahí no más.
He pasado casi todo el día en mi pieza, y no se si eso está bien o está mal, o es un acto completo de desadaptación social o es un caso para analizar en Psicopatología. Lo que pasa es que funciona para mi: veo algo de tele, leo otro poco y más tirado para la noche empiezo a teclear, bajo solamente a comer y a ir al baño. Mi padre dice que soy un ermitaño y yo lo miro con cara de gato mojado, porque siempre me lo refriega en la cara cada vez que puede. A lo mejor le hubiera gustado que hubiera sido futbolista y que me hubiera gustado andar persiguiendo una pelota, se que le hubiera gustado eso. También le carga que lance dardos contra las personas, y se que también le hubiera gustado que hubiera sido más amable con el prójimo, así como más sociable y más simpático, pero es lo que hay, solamente. Ya no fui muchas cosas que la gente quiere o quiso que sea, pero al diablo, todo el mundo se hace ideas sobre el resto de las personas y espera que actuemos como ellos lo esperan, pero eso es caer, y bajo. Este otro (mi padre) siempre dice que "la gente es como es", y siempre lo usa cuando tenemos esas conversaciones de padre e hijo cuando se me acaba la pila del pendrive. A estas alturas, ya hay pocas cosas que me sorprendan de la vida y de la gente, a lo mejor por eso no aspiro a relacionarme con el vulgo. Ahora me acuerdo de un par de amigas, y de como a través de una recreación verosímil se saludaban tan rosadamente un día que fui, y entre que me dio risa y me dieron ganas de pensar en como sería mi vida si fuera un cariñosito más, es decir, alguien convencional, sin ideas propias y típicamente como alguien de mi edad, porque en el fondo de mi existencia, creo que soy distinto al chico de veinte años promedio. Esto no quiere decir que sea distinto para bien, porque entre tantos defectos, me pesa no poder hablar y decir todo lo que creo, o entrar con la naturalidad de un universitario para entrar en una conversación de universitarios. Que decir de las fiestas, porque no tomo, no fumo y me lateo como una vaca mientras el resto puede sociabilizar súper hiper fantásticamente. No se cómo con algunas personas -las cercanas- puedo hacer monólogos, contorsiones y generar ideas que fácilmente saquen carcajadas. Con otras personas apenas puedo saludar. Que lata, y dale con la inhabilidad social, pero si no te gusta deja de leer y anda a la página de Disney world, porque los conflictos son reales con personas reales. Esto me salió como si fuera un reality show o alguna porquería similar, como MTV. En realidad no se para dónde se dirige esta cargada en mi blog, sólo me picaban los dedos como se que a mucha gente le pican sus dedos, porque hay una cantidad e-x-o-r-b-i-t-a-n-t-e de miles y miles de blogs around the world, y eso quiere decir sola una gran verdad: La gente del planeta tierra se siente sola. Porque no me vengan a mi a decir que es sólo un afán expresionista, o una nueva forma de sentir, y/o de hacer amigos y/o de generar una tormenta de ideas, muy en boga hoy en día, ni siquiera para ligar, porque para eso está el chat. Sólo es un afán para abrir las ventanas y dejar que conocidos y desconocidos tengan un chance de entrar en intimidades ajenas, y de conocer sin caretas (o rostros) las realidades que uno quiere mostrar trazando una línea entre lo privado y lo compartido, aunque a estas alturas esa línea sea tan, pero tan difusa.

jueves, 13 de septiembre de 2007

25.

Hay una boca a la cual se le ven los dientes, los cuales muelen papas fritas mientras mastica.
Se ve la lengua mojada y con sal, mientras a la boca le siguen llegando papas fritas de corte Americano. El paquete que las contiene se está acabando. Quedan tres papitas, una grande, una pequeña, una quebrada y unas cuantas migas.

La primera.
"Madre que nunca me entendiste y que cuando me pariste expulsaste al engendro que no debió haber nacido porque lo hizo prematuro y aún así te empecinaste en que viviera. Eso no se hace porque bien se sabe que los niños que viven siendo prematuros luego muren de aburrimiento, de soledad y de abandono porque las cosas no siempre suceden como uno quiere que sucedan, aunque le pongas empeño las cosas tarde o temprano acabrán mal y ahí la cría prematura terminará comiendo papas fritas sobre la azotea de un edificio de treinta pisos pensando si debe saltar o bien si debe comer las papas fritas en silencio pero llorando. No sé cuál fue ese gusto que te diste en arruinarme la vida que se supone estabas destinada a protegerla, dejándome en piezas oscuras y no satisfaciendo mis necesidades orales, porque bien sabes que como cualquier otro bebé necesitaba que me dieras afecto y que me sujetaras las manos mientras intentaba caminar, y no que te echaras en tu cama hedionda de perfumes con tu depresión post parto para llorar por la vida que te tocó, y sobre la cual no pudiste -o no quisiste- hacer nada. No se porque siempre fuiste la persona más quejumbrosa que conocí en el mundo, me arruinaste la existencia pudriéndome como si fuera la manzana sana que está al lado de la que está podrida. Y ya sabes que deberías haberte muerto de los podrida que estás. Pero no, estás ahí con tu cara estirada y llena de cremas caras con cirugías que bien podrían servirte para enriquecer tu hueca cabeza de nabo que tienes ya toda húmeda como si fueran cloacas que albergan puro líquido cefalorraquídeo, pero no, sigues aquí, entre nosotros".

La segunda.
"Padre que nunca estuviste cuando te necesité y que nunca me apoyaste en nada, eres sólo un abejorro que se acuesta con las abejas reinas para luego engendrar proles de hijos no reconocidos, eres la cara visible de un mundo insensible y que exclama y ríe cada vez que la gente como yo intenta hacer algo más con su vida. Odio que alguna vez te quise, odio esas tardes de invierno que esperaba tu llegada mientras tú estabas acostado con alguna secretaria puta y barata con las que te sueles acostar, odio que siempre preguntara por ti mientras nosotros no te importábamos a ti, te odio hasta la última célula de tu existencia que arruinó a cada paso los intentos que yo hacía por tener y experimentar una vida más digna y llevadera en este infierno que llamamos mundo, pero ahí estabas tú para estropearlo todo y con tu macilenta y horrenda nariz penetrar en las cosas, en los asuntos y en las vidas que no te correspondían. Tu vida no era mucho, pero hacías esfuerzos sobrehumanos para hundir en el barro a quienes te rodeaban, eras como un virus que se extendía por vidas ajenas para finalmente acabarlas. Me das tanto asco, que espero que finalmente un bus te atropelle y te desintegre mientras te desparrama por el pavimento".

La tercera.
"Hermanos a quienes todo se les hizo más fácil y llevadero: Ojalá que en sus seguras y cómodas vidas puedan engendrar a algún ente que sepa llevar la maldita carga genética de esta familia que lo único que ha hecho es surgir a expensas del resto. Que sus hijos no paguen el precio por nuestra generación que presenció como nuestro apellido se hacía cada vez más imponente a punta de exprimir pulmones ajenos, vidas arrebatadas y sueldos míseros. Espero que alguna vez en ese globo que usan como cabeza puedan recordar a todas esas empleadas que nuestro padre violó y maltrató y luego echó para evitar malos entendidos. Espero que alguna vez se arrepientan de haber abrazado a ese hombre que tanto daño le hizo a nuestra familia, que vendió nuestras almas al diablo para tener un techo y portón eléctrico con cámara, porque detrás de ese cuadro en el que estamos todos inmutables ante el fotógrafo, siempre hubieron cosas que decir que se callaron y secretos compartidos por todos y comentados por nadie. ¿A dónde se fueron esas sogas que se instalaban en nuestros cuellos para que fijáramos la vista en otros lados no obvios mientras esto, -lo obvio- estaba ocurriendo frente a nuestros ojos?, ¿Habremos sido alguna vez inocentes si presenciamos esas cosas que ustedes y yo sabemos?¿Podremos alguna vez dormir en paz sin que las imágenes que vimos en ese campo nos persigan?, ustedes pueden descansar bajo el alero de sus trabajo de lujo, de sus secretarias de piernas largas y de sus laptops y tantos otros artilugios superfluos, pero tarde o temprano los fantasmas de aquellos a quienes pisoteamos volverán y nos llevarán a la hoguera por ser testigos mudos y aún más, de obtener lujos por ello. Así que, hermanos, ustedes también son igualmente despreciables, ojalá nunca más me vuelva a topar con sus existencias exitosamente vacías".

las migas.
"Gente. Personas que estuvieron cerca de mi y que a veces caminaron mis pasos. Personas que hicieron una fugaz aparición en mi vida cancerígena. A algunos de ustedes tengo que darles las gracias, porque intentaron evadirme de mi existencia cuando todo me recordaba a esa casa de campo que estaba atestada de muerte y mierda. Algunos de ustedes realmente se aprovecharon de mi dolor, pero se que eso ocurre en todas partes. A lo mejor mi apellido y quien se supone que soy les reportaba alguna regalía; pero conmigo se equivocaron, porque trato a cada segundo del día no ser como mi familia maldita en la cual no escogí nacer. Aquellos que tuvieron un genuino interés en mi, ya sea por curiosidad o por simpatía, supongo que pudimos haberlo pasado mejor. Lástima, pero este es mi fin, porque desde esta azotea ya no hay vuelta atrás".

Apoya su mano envuelta en saliva y sal. ya no queda nada más que comer, tiene el estómago algo lleno y sus pasos terminan en un vértice sobre el cual se pueden apreciar autos que vienen y que van, personas comiendo helado y gente con bolsas de compras. Por un segundo todo pareció haber cobrado la imagen de una foto, de una postal, digna para vender en alguna plaza mientras el vendedor toma fotos a niños sobre un pony falso. Abajo la gente era escasa, y así lo prefería, no quería arruinar más vidas de las que ya había arruinado. Su camisa flotaba por el aire frío que estaba a su alrededor, invitando saltar a quien estuviera ahí. Sus pupilas estaban agitadas y el aire entraba profunda y hondamente por su nariz. Ya no quería hacer más daño y no podía vivir en paz teniendo tantos secretos en su cuerpo, porque ya no quedaba espacio para ni uno más.

No.
Decidió no saltar, porque entendía que ya estaba muerto, y mientras se negaba a saltar, entre el espacio de sus pies desnudos y el aire que conducían a la nada, comenzaron a caer gotas provenientes de ojos que ya estaban cansados de ver y de recordar. No decir. Nunca nada, ese había sido el lema familiar y personal, que se tenía que ejercer al pie de la letra como la misa de los domingos. No decir, aunque se tuvieran retratos familiares perfectos y vidas personales lejos de serlo. No decir lo acusable, lo detestable y lo denunciable. Vivir con culpa y con pesadez en los hombros. Ese silencio tan sutil que nadie detectaba pesaba como millones de palabras sobre los hombros y gritaba como miles de animales enjaulados. Por eso había decido subir, dejar todo atrás excepto de un paquete de papas fritas y disfrutar de un momento continuo de plenitud que no había podido resucitar desde que nació.
Pero ahora se baja del pedestal y cree que no tiene nada. Que el mundo ha vaciado sus entrañas y ahora le pide la cuenta sin que tenga nada que ofrecer salvo culpas y recriminaciones. Menospreciando a su familia por todo el mal plantado en el mundo como semillas putrefactas, esperaba poder quitar esa misma semilla de su propia naturaleza, de su pecho como si fuera un tumor extraible para poder decir que era diferente a ellos, y desde ahí remar contra la corriente que ahora era un río indomable que invitaba a la autoeliminación. Sentía que no podía, pero en lo recóndito de su ser, se sabía alguien diferente, y eso ya era algo, muy poco, pero algo.

lunes, 10 de septiembre de 2007

24.

Tengo un dolor de cabeza aguantable, pero es el mareo lo que me reduce a no ir a clases. Bueno, el dolor de cabeza también. Eso y que me encantaría ir a comprar una sierra eléctrica para ir a rebanar mis vecinos con su C.I. de treinta. Ella es casi una amiga de mi mamá que me carga, y él, su hermano, escucha reggetón todo el día, desde Don Omar, a Daddy Yankee, (no me sé más nombres de esa basura musical, si alguien sabe, no dude en escribir). A todo esto le sumamos el perrito de mierda que no para de ladrar por todo lo que se mueve adelante del cerco en el que lo tienen. Ponen música a la una de la noche, justo cuando me estoy quedando dormido, y los que me conoces ya saben CUANTO me cuesta quedarme dormido. También ponen música a las diez de la mañana, a las dos de la tarde y también a las cuatro y a la seis de la tarde, o sea, durante todo el día. He pensado seriamente en tirarle carne con vidrio molido al can ese, porque no hay cariño animal que pueda resistir a ese intento de poodle ladrar y ladrar, es un perro histérico que debe ir a terapia, o en su defecto, debe ser puesto a dormir. Mis ojos están inyectados en sangre por culpa de esta gente de mierda que además tienen un pésimo gusto en lo que ha música se refiere, así que ahora es turno de mi venganza, puse mis humildes parlantes a todo volumen, cerré la puerta de mi pieza para no despertar a la doña de mi madre y voltear (los parlantes) para que el parsito de hermanos huecos se coman todas las molestias que me causan por el sólo hecho de compartir una casa pareada. Si yo no puedo descansar -porque ya no pude- al menos no me iré solo al infierno, me llevaré a ese par de engendros que sin duda nada aportarán a la humanidad. Esto fue como una catarsis, y sí, lo fue, porque prácticamente en todas las casas en las que he vivido, he lidiado con muchachitos y muchachitas que para mejorar su autoestima y encontrar su centro, hacen explotar las paredes de la casa vecina con los súper parlantes y los subwoofers, y yo, he pasado desde la máxima resignación, cual madre Teresa, a tirar las zapatillas a la pared para que el par de sapos c*lios tengan la mínima decencia de bajar su shit de música, ¿Y qué creen?, no lo hacen...voy a comprar algo.

martes, 4 de septiembre de 2007

23.

Hoy pasaron varias cosas, pero no es mi intención ser literal.
Tampoco me interesa ser conocido ni famoso. A lo mejor sí reconocido, pero eso es algo distinto.
Hoy me dí cuenta de que hay muy pocos que intentan ser reales, personas reales.
Hace tiempo que algunos de mis cuadernos se han abierto para miradas curiosas, incautas y cautas a la vez. No quiero que sea un cuaderno de tierra; no quiero que las apariencias y las ilusiones que nos da este mundo sean parte de mí, no quiero levantar castillos de arena. Hace tiempo que el conocimiento llama mi atención; hace tiempo que tomo la espada y la blando como si ya todo estuviera dicho, aunque claramente faltan cosas que entender. Hace tiempo que el aire está presente en lo que escribo, pero no creo -y no quiero- que mi paso por este mundo sea sólo algo mental, abstracto y alejado de todo, aunque a veces pareciera que así es. Podría tentarme entonces con un cuaderno de fuego, con láminas que son escritas bajo lenguas ardientes que reflejan la disciplina, con los bastos que todo lo transforman, aunque lo destruyan en el proceso. Pero yo disto de eso, porque no me transformo, sino que cambio (solamente). Mis palabras tampoco tienen tanta pasión, aunque a veces asumo la forma de un coraje cualquiera, de esos que encontramos mientras caminamos por una calle desconocida, de ese coraje que se necesita para escribir de repente, bajo el alero de esas miradas que ya mencioné. Hoy llovió de una manera descarada, pero todo ya se calmó y en esta noche hay silencio, una palabra que pocos conocen. Porque el silencio va muy unido a la soledad, y entre nosotros, tú y yo lector, te digo que la soledad está muy infravalorada. La mayoría de la gente necesita rodearse de personas, para evitar pensar en que harán cuando se encuentren sólo con sus pensamientos (y con su vida). Diría que la soledad escurre como la miel fresca y líquida cuando uno se acostumbra a ella y la aprecia con sus regalías, sólo cuando la has entendido y aceptado, de lo contrario se vuelve espesa, amarga y dura. El silencio y la soledad no va con la flama de lo exuberante y lo llamativo. Hago del anonimato un arte del que obtengo buenas ganancias que sólo comparto con quienes realmente sepan escuchar, comprender. Hay más que lo que pensamos, hay pozos de agua en los cuales nos sumergimos y no necesitamos de la compañía, aunque a veces creamos lo contrario. Existen los recuerdos, los sueños -con ojos cerrados o en vigilia- y las ensoñaciones. También hay magia en este mundo, aunque cada vez creamos menos en ella, y también hay emociones, como peces en el océano. Agua, gente de agua, de tierra, de aire y de fuego, mi cuaderno se escribe adentro de una caverna a la cual casi nadie puede entrar, porque así lo he decidido, porque lo que primero fue una imposición hoy en día es una opción, aunque a veces sea a regañadientes. Hoy, como tantas otras veces, vuelvo a escribir debajo del río en el cual se encuentra ésta caverna, hoy, me he dado cuenta de que mi cuaderno es de agua.