Es típico de estas fechas hacer el balance anual de lo bueno, lo malo, lo que se logró y lo que se posterga para el que viene. Una lata. Es típico que en las noticias salgan avisos del tipo "si vas a beber pasa las llaves" y es también típico de estas fechas mostrar las noticias más relevantes; a todo esto se le suma que la navidad acaba de "acabar", si hiciéramos una analogía en términos sexuales. Ahí también es ya obvio que aparecen más comerciales para niños, con los transformers, los autos a control remoto y más blabla. Pero la obviedad en si es que debes regalarle algo a la gente, porque sí, porque es la fecha y si no lo haces eres un tacaño, un amargado que no tiene espíritu navideño y/o alguien solitario. Y qué. A la gente -la mayoría- sólo le importa comprar algo para no quedar mal con el amigo secreto de la oficina, que de paso, aprovechan de pelar -fui oídos para varios cahuínes y pseudocatarsis- con quien les ayuda a encontrarles algo que sea del gusto en la tienda X, que por cierto, ojalá no sobrepase las dos lucas; porque más es un ostentamiento -además de que la persona en cuestión no se lo merezca- y porque algo de menos plata es muy poco. Hace unos días atrás atendí a un viejo de mierda que buscaba algo económico, "como de cien pesos", y me vi tentado a venderle unas mentitas que traía en mi bolsillo. El colmo. Esto es sólo una fecha, y por lo demás, no debería significar nada, pero ver a toda la gentecilla ir y venir como si el mundo se terminara es algo que pone de mal humor a un puñado de gente que, más que tener las cosas claras, o de pecar de snobs, es gente que simplemente no pesca estas fechas, porque son sólo números.
sábado, 29 de diciembre de 2007
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